El impacto recibido con la noticia de separación CAMBIA TODO.
Es como si la vida se detuviera y se despertara el sin sentido de las cosas, pero también puede ser un gran alivio, cuando es uno el que decide poner el fin.
En definitiva, se trata de una pérdida, y tenemos que vivir UN DUELO.
Cada separación es una vivencia distinta, puede haber separación de mutuo acuerdo O NO, con hijos o sin ellos, con hijos ya independientes de sus padres o con hijos que conviven con ellos debido a su edad u otras circunstancias, puede haber casos de ex parejas que tienen un nuevo compañero/a.
También hay situaciones, aún más complicadas de resolver, en donde se produce el divorcio emocional: la pareja vive junta, a pesar de que no se quieren, debido a circunstancias económicas o de otra naturaleza.
Y aquí surge la pregunta:
¿ME SEPARO O NO?
Cuando una pareja está en crisis y después de muchos intentos no consigue resolverla, es inevitable que surja la pregunta, ¿me separo o no me separo? No es una decisión nada fácil y para tomarla son muchas las cuestiones que hay que sopesar.
Para hacer un buen diagnóstico de la situación vamos a tener en cuenta los tres ingredientes indispensables para que podamos hablar realmente de una relación de pareja.
Ocurre con frecuencia que la pareja se ha terminado y ambas partes se resisten a la separación, pareciera que necesitan hacerse daño para justificar la retirada, ¿cómo saber si hay pareja o no?
No existe una única razón para el divorcio, sino que es una combinación de varias cosas.
En la actualidad, el número de divorcios va en aumento y muchas veces, es la única solución para no terminar en conflicto con quién fue tu compañero, y con quien viviste tantas cosas.
Si tienes hijos, debes tener claro que ellos perciben todo lo que sucede en el seno familiar, no fuerces una relación que no funciona por tus hijos, ya que lejos de protegerlos, haces que ellos vivan el conflicto.
Antes de tomar alguna decisión, asegúrate de buscar todas las formas posibles para mejorar la situación. Aquí es el momento de acudir a terapia, y vivir este couching vivencial te aseguro que es la mejor opción.
No evites tomar la decisión por tus hijos, ellos están ahí todos los días y viven la situación como tú.
No permitas que ellos crezcan en un clima tenso, lleno de discusiones, ellos lo aceptarán con el tiempo.
La decisión de unirse en matrimonio es libre y voluntaria e igualmente debe serlo la decisión de separarte o divorciarte.
En términos generales puede decirse que todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad, pero ten en cuenta que las conductas tienden a repetirse y pueden acabar generando un círculo vicioso.
Si este es tu caso, desengáñate, las personas no cambian, a menos que lo decidan libremente; y sobre todo, nadie puede cambiar a nadie. Este motivo; es decir, la esperanza de cambio de actitud o carácter del cónyuge suele ser el principal responsable de la perpetuación de relaciones que en algunos casos resultan realmente desgastantes.
Todos tenemos derecho a ser felices y libres.
Por ello debes poner en práctica tu derecho a decidir sin remordimientos ni coacciones, porque en definitiva, la decisión de romper o no la relación, es solamente tuya.
En esta experiencia vivencial encontrarás respuesta a muchas de tus interrogantes, como:
¿Y si me separo, qué debo hacer?
¿Puedo rehacer mi vida?
EN ESTA ETAPA ES MUY IMPORTANTE PEDIR AYUDA TERAPÉUTICA YA QUE MUCHA GENTE NO SABE CÓMO VIVIR EL DUELO Y SE PUEDE QUEDAR ATRAPADA, Y CONVERTIR ESE DUELO EN ALGO CRÓNICO O PATOLÓGICO.
RECUERDA MUY BIEN QUE UN DIVORCIO O UNA SEPARACIÓN SON UNA EXPERIENCIA TRAUMÁTICA, PERO DE NINGUNA MANERA INSUPERABLE.